El hombre, que se hizo viral en julio por irrumpir a la carrera en una iglesia del norte de Tenerife para dejar a un niño en el altar, entrena a diario para romper su propio récord en la Catedral de La Laguna.
El hombre, que se hizo viral en julio por irrumpir a la carrera en una iglesia del norte de Tenerife para dejar a un niño en el altar, entrena a diario para romper su propio récord en la Catedral de La Laguna.