El colectivo de confianzudos, esa gente que te toca y se te arrima en exceso sin apenas conocerte, está sufriendo más que ningún otro las medidas de distancia social, que acatan, según su portavoz, «de mala gana pero por responsabilidad y civismo».
El colectivo de confianzudos, esa gente que te toca y se te arrima en exceso sin apenas conocerte, está sufriendo más que ningún otro las medidas de distancia social, que acatan, según su portavoz, «de mala gana pero por responsabilidad y civismo».