Nicolás R. S., vecino del santacrucero barrio del Toscal, se siente en su fuero interno un héroe contemporáneo, dado que sigue saliendo a aplaudir al balcón cada día a las 19 horas a pesar de que empieza «a darle pereza».
Nicolás R. S., vecino del santacrucero barrio del Toscal, se siente en su fuero interno un héroe contemporáneo, dado que sigue saliendo a aplaudir al balcón cada día a las 19 horas a pesar de que empieza «a darle pereza».