La filóloga Guacimara Cabrera aparca su lucha contra los anglicismos superfluos para recoger en una obra expresiones que se están perdiendo, como “Sandokán, Sandokán: tócame los huevos que se me van”.
La filóloga Guacimara Cabrera aparca su lucha contra los anglicismos superfluos para recoger en una obra expresiones que se están perdiendo, como “Sandokán, Sandokán: tócame los huevos que se me van”.