Televisión Canaria emitirá el reality «Murguero busca esposa»

Los realities constituyen una fuente inagotable de diversión para una audiencia televisiva que no se ha cansado de ellos desde que Gran Hermano hiciera su aparición con un señor al que le ponían la pierna encima. Un programa de telerrealidad suele ser apuesta segura y aunque ninguno de los posteriores ha alcanzado los niveles del “experimento sociológico” de Mercedes Milá, suelen tirar a buen nivel. Por todo ello no ha sido ninguna sorpresa el anuncio por parte de la TVC de la salida de un reality basado en una seña de identidad tan nuestra como el carnaval.

Murguero busca esposa ha sido el resultado de la adaptación de otros espacios similares a la idiosincrasia local, o al menos eso ha indicado Telesforo Brito, responsable de Pitomurga Productions. El proyecto de programa fue presentado el pasado noviembre en la televisión autonómica, donde –siempre en palabras del señor Brito- se dieron cuenta del potencial de la idea, adquiriéndola en exclusiva para las primeras cinco ediciones.

El espacio comenzará con tres galas que se programarán justo después del final de la campaña navideña y antes del entierro de la sardina.

En una primera gala se presentarán diez candidatos provenientes de murgas y afilarmónicas de todo el archipiélago. Cada uno tendrá un tiempo limitado para presentarse y contar cuál es su puesto en la agrupación (compositor, director, pito solista…).

En una segunda gala los cinco murgueros con más solicitudes de emparejamiento conocerán a diez candidatas entre las que tienen que escoger a cinco para que pasen a la siguiente ronda.

En una tercera gala cada murguero deberá quedarse solo con dos candidatas que convivirán con ellos durante dos semanas. Durante las mismas deberán acompañarles al local social, asistir a los ensayos y colaborar en el diseño de vestuarios y maquillajes.

Las candidatas deberán demostrar a lo largo de los programas que tienen un buen nivel de cultura carnavalera, para lo cual se incluirán test de conocimiento en el que habrán de acreditar que conocen tres nombres de murgas actuales, tres de afilarmónicas desaparecidas, no menos de seis personajes de las carnestolendas insulares y no menos de cuatro estrofas de cualquier versión del “Cubanito soy, señores”. Se valorará especialmente la empatía con el sentimiento que contiene la frase “mi vida es ser un (inserte aquí el nombre de la murga)”.