Lo que no se nombra, no existe. Éste debe haber sido el principio por el que los, por otra parte cada vez más escasos, seminaristas canarios han decidido regirse tras las polémicas palabras del Sumo Pontífice, quien hace unos días instó a los obispos italianos en una reunión privada a vetar el ingreso de homosexuales en los seminarios al haber ya «demasiado mariconeo», en palabras papales, en estos centros eclesiásticos.
El reconocimiento abierto y explícito de la existencia de homosexuales en los seminarios ha animado a éstos a salir del armario canónico para expresarse en libertad, por lo que han anunciado su intención de participar en el próximo desfile del Orgullo, que se celebrará en Maspalomas en noviembre de este año bajo el nombre de «Winter Pride», con una carroza propia que, sin renunciar a lo festivo y a la música de las grandes divas, también recoja la espiritualidad y el decoro propios de las enseñanzas católicas.
Roberto Fernández, seminarista y drag queen en la clandestinidad que actúa bajo el nombre de «Drag Divina y Humana», lidera este grupo de animosos estudiantes y asegura que «desde el respeto pero también desde la celebración de la diversidad, vamos a salir en el Orgullo a decir que somos seminaristas y gays, y que nos gustan otros hombres adultos», con lo que cree que también harán un favor limpiando el nombre de la Iglesia tras tantos tristes escándalos de pederastia.