Paulino Rivero ha anunciado la constitución «con carácter urgente e inmediato» de una Comisión de Investigación que tratará de averiguar qué consejero del Gobierno de Canarias ha dejado sin regalo del amigo invisible al titular de Obras Públicas, Domingo Berriel, arruinando así una de las más queridas tradiciones del Ejecutivo canario. Rivero se muestra singularmente alarmado por la gravedad de los hechos, dado que «ni José Manuel Soria, que es la maldad personificada como todos los canarios saben, se atrevió a una iniquidad de este calibre». El amigo invisible del Gobierno de Canarias es un gesto navideño de excepcional arraigo, que data de la Junta Preautonómica, y ha habido incluso propuestas de incluirlo en la reforma del Estatuto de Autonomía.
La sorpresa saltó en la última sesión del Consejo de Gobierno cuando, tras el estudio de todos los temas del orden del día, se procedió al reparto de los regalos que los consejeros habían ido dejando bajo el árbol situado a la entrada, custodiados por dos guardas de seguridad para evitar filtraciones. Todo era gozo hasta que, recogido el último paquete, los consejeros cayeron en la cuenta de que Domingo Berriel no tenía regalo, circunstancia que le produjo una considerable congoja a pesar de sus intentos de aparentar normalidad asegurando que se encontraba bien, pero musitando entre dientes palabras como «panda cabrones» o «ya van a ver dónde invierto yo este año».
Paulino Rivero ha tomado la riendas de este asunto personalmente, y en declaraciones a los medios ha afirmado que «es de vital importancia que desenmascaremos al traidor y conozcamos su motivaciones, porque la democracia en Canarias se juega mucho en este asunto; el pacto de gobierno no podrá sobrevivir si empezamos a sentir desafección unos de otros». Por su parte, el popular Asier Antona ha valorado de forma muy negativa este triste episodio, ya que se pregunta «cómo van a fiarse los canarios de un gobierno en el que ni siquiera sus miembros se fían unos de otros; en el PP no tenemos estos problemas porque somos más de cheque regalo para que cada uno se compre lo que quiera, en la mejor tradición del liberalismo español».
A estas horas aún se espera un pronunciamiento oficial del PSC por boca del vicepresidente José Miguel Pérez, a la vista de que uno de los más firmes sospechosos es el consejero de Presidencia y Justicia, Francisco Hernández Spínola. No obstante, Pérez guarda un obstinado silencio dado que recibió como regalo un «maneki-neko» o gato japonés de la suerte, y se encuentra absorto en su contemplación y sus reflexiones.