Los recientes anuncios de que Alberto Rodríguez concurrirá al Congreso por Sumar y participará en un reality de HBO+ han causado cierta estupefacción entre quienes votaron por él en los pasados comicios locales. Esta sensación de estupor se ha visto reforzada por las declaraciones de promover reformas a nivel constitucional y estatutario, a partir de la base de poder que le proporcionan dos concejalías.
Ansiosos por desvelar las razones de tan peculiar estrategia, nos reunimos con Listercillo Pecoe, nuestro analista de los asuntos de izquierda. “Afortunadamente” -empieza- “esta vez no he tenido que cambiar de nombre, porque pertenezco a la escisión del PCOE que no se integró en el PCPE y no he tenido que pasar la vergüenza de ver cómo se unían a una formación facha”. Después de soportar paciente diez minutos de diatriba, el señor Pecoe se aviene a contestar nuestras preguntas en torno a las decisiones políticas de la cabeza visible y única de Proyecto Drago.
Para empezar, le cuestionamos en torno a la decisión de retornar a la política nacional con Sumar, después de haber desembarcado hace pocos meses en la escena regional. “Quizá pueda parecer una sucesión de contradicciones, pero, lo que está haciendo Rodríguez es plantear un ejercicio de la obediencia canaria, pero a distancia, donde pueda ”.
Intrigados por esta afirmación, don Listercillo nos aclara: “Alberto sigue una lógica marxista. Todo en Canarias le recuerda a Canarias. Sus gentes le recuerdan a Canarias. Sus paisajes le recuerdan a Canarias. Todo le recuerda a Canarias, excepto Canarias.”
A continuación, le planteamos si no es un poco contradictorio presentarse como una fuerza de izquierdas, mientras se invocan idearios que firmaría perfectamente la derecha nacionalista, como los de irrogarse la condición de canarios en exclusiva. Su respuesta no se hace esperar: “Alberto está aplicando el principio del centralismo democrático, que es tradicional en las fuerzas comunistas desde que en el PCE mandaba Carrillo y que tan buenos resultados le dio. Nada de corrientes, nada de disidencias, nada que no sea seguir la línea marcada por el líder.”
Por último, le preguntamos si la estrategia de poner al frente de las candidaturas al congreso por las dos provincias a dos personas que vienen de protagonizar sendos fracasos no puede ser un problema para Sumar. En ese momento, don Listercillo rompe a llorar y llama al 012 para pedir cita con su médico de cabecera y solicitar que le prorrogue el tratamiento con ansiolíticos.