Recientemente, el presidente del Cabildo gomero, Casimiro Curbelo, apareció en un acto en Agulo montado en un patinete motorizado, causando la sorpresa de los presentes. Según explicó, es intención de la institución insular ir sustituyendo los vehículos actuales por otros eléctricos, en una clara apuesta por el transporte sostenible. Sin embargo, parece que el presidente no está aún familiarizado con las limitaciones de este tipo de patinetes, según quedó patente en la durísima subida que tuvo que hacer desde San Sebastián a Vallehermoso.
Visiblemente derrengado y sudoroso, el presidente fue recibido por los periodistas convocados en el municipio pantanero, al que llegó tras casi tres horas de esfuerzo subiendo pendientes para las que el patinete no está preparado. Tras recuperar el aliento durante media hora, Curbelo pudo por fin atender a la prensa, a la que declaró que «pido a todos los gomeros que no cometan este error y que usen la patineta para ir en llano, por donde se pueda, porque el cacharro éste no da para ir por la TF-713 cuesta arriba». No obstante, como punto positivo, el presidente confesó que estaba seguro de notar en breve una mejoría de su forma física: «con esta pechada, en cuanto se me pasen las agujetas tendré unas nalgas que serán acero para los barcos, por no hablar de los gemelos».
Desde el Área de Sostenibilidad aplauden esta iniciativa del presidente y ya trabajan en el desarrollo de una patineta de 1200 caballos que pueda salvar la difícil orografía gomera y que podría ser bautizada como «la curbeleta». Al mismo tiempo, sus asesores más cercanos intentan disuadirle de que se mueva por el centro de San Sebastián de La Gomera con una tabla de skate, al encontrarlo «poco presidenciable».
Me parto.