Mariano Rajoy. Fuente: RTVE

Científicos de las universidades canarias identifican un peligroso síndrome

Investigadores de la ULPGC y de la ULL han publicado en fecha reciente las conclusiones de un estudio según el cual amplios sectores de la dirigencia política del país estarían siendo víctimas de un misterioso síndrome que desplazaría sus neuronas e incluso su presencia física a una distancia considerable de cualquier lugar donde se esté produciendo una situación incómoda, conflictiva o judicialmente peligrosa. Los científicos participantes en el estudio aún no se han puesto de acuerdo sobre el nombre con el que etiquetar definitivamente este mal, pero se debaten entre “síndrome de la visita a la abuela”, “trastorno de no estar allí” o “visión engordada por exceso inexplicable de confianza”.

Mariano Rajoy. Fuente: RTVE
¿Explicaría este síndrome el comportamiento del Presidente del Gobierno?

Síntomas claramente reconocibles

El portavoz del equipo universitario, la neurobioquímica María José Cimas Riol, indicó que el llamado “paciente cero” de la enfermedad está situado muy atrás en el tiempo y que el microorganismo responsable de la misma es altamente resistente. “No se ve afectado por los cambios de clima ni de temperatura ni por el exceso o la ausencia de humedad. No hay barrera geográfica que pueda contenerle. Está en todas partes a la vez, latente hasta que un evento de impacto mediático desencadena la sintomatología”.

“Una vez se produce el citado acontecimiento” –prosigue la profesora Cimas- la persona afectada empieza a sufrir un borrado selectivo de memoria que descarta de forma casi automática cualquier conocimiento o recuerdo relacionado con el evento desencadenante. Amigos de confianza pasan a ser desconocidos a los que se ve con profunda suspicacia y objetos de la vida cotidiana como el coche que su pareja tiene aparcada en el garaje son inidentificables”. En una siguiente fase esos recuerdos ausentes son sustituidos por una serie de razonamientos paralelos a los que el enfermo se aferra empecinadamente y en los que el punto de partida es siempre que él no estaba en el lugar y momento en los que el evento traumático se produjo. “Casi siempre aseguran haber estado en otra parte, principalmente visitando a alguna abuela o tía en alguna localidad perdida”.

El estudio será publicado próximamente en la prestigiosa publicación Political Stonefaces Review.

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