La obsesión del presidente Fernando Clavijo con los videojuegos, o e-sports, está empezando a afectar al trabajo del Consejo de Gobierno. Según ha trascendido de diferentes fuentes, en la reunión del pasado lunes, el presidente desatendió durante más de una hora lo que le iban diciendo los consejeros para echar una partida del popular Fortnite en una PlayStation que trajo de su casa. Según estas mismas fuentes, el presidente sólo paró el juego cuando la consejera de Educación le informó de los avances de la liga de videojuegos que el Gobierno implantará en diferentes centros educativos el próximo curso. «Sí, sí, ¿cómo va eso?», fueron las palabras de Clavijo.
Varios expertos consultados ven con preocupación esta insana afición del presidente a los videojuegos y advierten de que «si no se pone freno a esta progresión, habrá que gamificar todos los asuntos del Consejo y presentárselos al presidente en forma de juego virtual para que preste atención y tome decisiones». Fernando Clavijo está muy avanzando en Fortnite: Salvar el Mundo y aparentemente, por una cuestión de honra presidencial, no va a dejarlo hasta que termine el juego por completo. Por el lado positivo, esos mismos expertos aseguran que Clavijo está mejorando mucho la coordinación ojo-mano y su capacidad visual.
El jefe de Gabinete de Fernando Clavijo se debate ahora entre esconderle la Play al presidente o dejarle jugar Fortnite: Battle Royale en modo multijugador con otros presidentes autonómicos.