El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, considera una «falta de respeto» que la Asamblea General de Naciones Unidas continúe sin transferir las competencias de la cordillera lunar «Montes de Tenerife» a la Corporación Insular.
En rueda de prensa ofrecida esta mañana, ha afirmado que «mantiene en pie» su amenaza de abandonar el Cabildo, la formación nacionalista a la que pertenece y la comunidad de propietarios de su edificio si en el mes de enero no se realiza el cambio. No ha precisado, sin embargo, en qué año tendría lugar tan radical toma de medidas.
Los «Montes de Tenerife» conforman un área montañosa lunar en el Mar de las Lluvias, con cumbres que alcanzan los 2.400 metros, y que fue así bautizada en el siglo XIX por el científico británico William Birt.
El Tratado del Espacio Exterior, ratificado por España en 1969 regula las actividades de los estados en el espacio, incluyendo la luna y otros cuerpos celestes. El artículo II del documento establece que los territorios de La Luna «no podrán ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía», planteamiento que es considerado abusivo desde el Palacio Insular al no tener en cuenta la especificidad archipelágica, ultrafragmentada y transperiférica del territorio canario.
No obstante, es el artículo IV el que supone un mayor escollo en este singular litigio, ya que impone fuertes restricciones al establecimiento de instalaciones sobre suelo lunar. El proyecto presentado por el Cabildo contempla cubrir los «Montes de Tenerife» con un vasto espacio de ocio que permitirá a los usuarios del futuro hacer chuletadas en condiciones de baja gravedad y, según se detalla en un anexo, «se procederá al completo alicatado de cumbres y barrancos para hacer más fáciles las labores de limpieza», aspecto que ha sido severamente criticado por la oficina técnica de Naciones Unidas.
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