El Museo del Club Deportivo Tenerife es una idea de la que los aficionados llevan años oyendo hablar, pero que nunca se concreta. Como paso previo, la entidad que dirige Miguel Concepción pondrá en marcha un «Museo de Grandes Cáncamos», donde se exhibirán la historia e infortunios de todos aquellos jugadores que llegaron al club en medio de grandes expectativas y a través de costosos fichajes, pero que luego resultaron ser, por distintos motivos, unos fracasos históricos. Igualmente, se expondrá al público una serie de objetos relacionados con las horas más bajas del representativo insular.
El comisario y responsable de la muestra, Rayco Padrón Orense, indica que «sobre todo tras los años de gloria en Europa, parece que el cancamismo a la hora de fichar se incrusta en el gen blanquiazul, sólo así se explica la colección de arretrancos, dicho desde el cariño, que llegó a vestir esta camiseta». Se han encargado ya las réplicas en cera de estos jugadores, como por ejemplo del delantero Mariano Bombarda, hispano-argentino que llegó al Tenerife en 2004 como gran apuesta ofensiva, avalado por Lobo Carrasco, pero que no llegó a marcar ningún gol en los tres partidos que disputó como blanquiazul.
También habrá espacio para «Ferdi» Vierklau, al que la hinchada aún recuerda como el reverso improductivo de su compatriota Roy Makaay, llegados ambos a la Isla en la temporada 97/98, procedentes del Vitesse. Padrón Orense adelanta que «a Vierklau queremos representarle en el ámbito en el que más desarrolló su talento, por lo que haremos una réplica de la discoteca de Las Américas en la que pinchaba y disfrutaba de la noche isleña, pero vestido de corto». Otros futbolistas que dispondrán de un rincón propio para rememorar su gloria «birria» serán Frantz Bertin, Fran Caínzos, William Fabro, Dimitri del Gobo o el fugaz Rogerinho.
La exposición reserva un espacio de privilegio a los delanteros; Padrón Orense baraja nombres como «Ala de Ases del Gol» o «Arietes para el Recuerdo», en el que abundará la información sobre nombres tan entrañables y recordados por la hinchada como Aurelio Vidmar, Joao Paulo Pinto, Raúl Sánchez o el ya mencionado Bombarda.
Dado que la intención es que la muestra sea atractiva al público, se incorporarán dioramas para recordar los momentos más bochornosos que estos jugadores grabaron en la historia del Tenerife. Uno de los más trabajados, sin duda, será el que recreará el golazo por la escuadra y en propia meta que marcó André Luiz en Valladolid cuando intentaba despejar un balón en la misma frontal del área, con una audacia como no se recuerda en la historia del fútbol (no en vano, no pocos analistas lo han calificado como «el autogol más bello»). Mediante dioramas los espectadores podrán acercarse también a las ‘leyendas urbanas’ que rodean a la mejor morralla blanquiazul; así por ejemplo, podrán ver a Marcelo Santos, apodado, con exceso de lirismo y entusiasmo, «el Romario de los pobres», cobrando bocadillos en la cantina del Mundialito.
En el apartado de objetos fetiche de los momentos más vergonzoso en la historia del Club, Rayco Padrón asegura que «estamos haciendo un gran esfuerzo por recopilarlos, y estamos muy satisfechos con la respuesta de la gente, que ha ayudado a localizarlos y trasladarlos a la sede del club para su categorización y exhibición». Según relata, el Club Deportivo Tenerife ya dispone del bloque de hormigón que aterrizó en la luna delantera del coche de «Colo» Lussenhoff, durante los disturbios que siguieron al descenso a 2ª División en 2002, la señal de tráfico que impactó en la espalda de Sergio Ballesteros tras otro descenso, y el billete de vuelta desde Brasil que el antes citado Dimitri del Gobo nunca utilizó para volver de sus vacaciones navideñas de 2005.
Padrón Orense contará con el asesoramiento de Juan Arencibia y de Juan Galarza para rescatar cáncamos de épocas anteriores, «que también merecen reconocimiento y sobre todo ser conocidos por las nuevas generaciones de aficionados». Tanto la UEFA como la UNESCO se han mostrado sorprendidas e interesadas en este novedoso planteamiento museístico, que coloca al CD Tenerife como referente de los clubes que saben tomarse con humor a sí mismos.