La Diócesis Nivariense ha salido al paso de los rumores y, en un comunicado enviado a los medios, ha confirmado que la Virgen de Candelaria ya ha recibido las dos dosis de la vacuna contra la Covid-19, a pesar de que inicialmente no estaba incluida en los listados elaborados por la Consejería de Sanidad en atención a los protocolos y prioridades de vacunación. La administración del preparado se ha hecho en la propia Basílica, de una forma muy discreta, con personal del cuerpo de novicias practicantes con que cuenta el Obispado.
Fuentes de la Diócesis señalan que la vacunación no se ha hecho por desconfianza en la protección divina, «sino porque una ayudita extra nunca sobra, el propio obispo Bernardo Álvarez ya se llevó sus dos chutes porque convive con otros sacerdotes mayores, hay mucho contacto y nunca se sabe quién puede llevar en su aliento los gérmenes del diablo». Además, estas mismas fuentes recuerdan que «la Virgen no es sólo la Patrona de Canarias, sino presidenta perpetua del Cabildo, no sé si se acuerdan de la idea aquella tan buena que tuvo Carlos Alonso, así que es imprescindible inmunizarla por si el grupo de gobierno del Cabildo cae enfermo, no lo quiera Dios, que la Isla no se quede sin nadie al frente, alguien tendrá que firmar los decretos». Coalición Canaria, que había pedido recientemente a la Consejería de Sanidad que haga públicos los nombres de los cargos políticos de las Islas que se hayan podido vacunar indebidamente, se ha apresurado a explicar que la Virgen está exenta de reproches.
Hasta la fecha no consta que el Cristo de La Laguna también haya recibido las dosis, asunto que el periodista y devoto José Carlos Marrero ya está intentando solventar mediante sus influencias en el mundo eclesiástico.
Escuece esta vacunación temprana en Gran Canaria. La Diócesis de Canarias ha hecho saber que la Virgen del Pino aguardará su turno junto con otras imágenes religiosas, «para dar ejemplo y porque no somos como otros, ejem ejem».