Dimisión de la consejera de Educación, María José Guerra Palmero
Uno de los espectáculos más esperados de los últimos meses ha sido también uno de los más decepcionantes. Donde la audiencia apostaba por intrigas y dramas, con tensos tira y afloja entre la comunidad educativa y el Gobierno de Canarias, apenas ha habido una dimisión sencilla y sin altisonancias, muy alejada del poder tragicómico que podría haber tenido. A la vista de su forma de conducirse al frente de Educación y sobre todo tras las críticas que manifestó cuando cesaron a la consejera de Sanidad, el público esperaba un portazo más sonoro y ha tenido que conformarse con un relevo discreto y sin polémicas. En el interludio que está protagonizando el sustituto temporal José Antonio Valbuena tienen una oportunidad de reflotar el espectáculo que parece que van a aprovechar. Les damos el beneficio de la duda.
Puntuación: dos baifitos.
Acto de firma del Pacto para la Reactivación Social y Económica de Canarias
Oportunamente coincidente con el Día de Canarias, la firma del Pacto en sede parlamentaria ha sido un espectáculo agradable aunque sobrio. Muchos echaron de menos que el presidente del Parlamento cantara algún tema o alguna interpretación coreográfica a cargo de los presidentes de los Grupos Parlamentarios, pero en lugar de eso hubimos de conformarnos con firmas solemnes, con bolígrafos de buena calidad, y el discurso del presidente Ángel Víctor Torres. En un salón abarrotado de distancia social, ni un mísero volador, ni un triste «¡pa’ la Virgen!», es éste el malhadado signo de la nueva normalidad, en el que hasta las cuchipandas parlamentarias han perdido la sabrosura de antaño.
Puntuación: 3 baifitos.