El veterano político majorero, actualmente inhabilitado por sentencia firme como autor de un delito continuado de prevaricación, emplea sus energías y su tiempo libre en lograr que la Casa Real reconozca y dé oficialidad a su conocido título como «Marqués de La Oliva». Hace pocos días envió una carta a Sus Majestades explicando detalladamente el origen de este apelativo y los sobrados méritos que atesora para merecerlo; González Arroyo espera una pronta respuesta de la Corona.
El ex alcalde, ex consejero, ex diputado y ex senador destaca el hecho de que «yo no estoy pidiendo nada para mí, porque yo para mí nada he querido nunca; es el pueblo el que me otorgó el título en primer lugar, y sólo pido a don Felipe y doña Letizia que sancionen lo que es un clamor popular». También advierte de que, de no ceder a sus pretensiones, «los Reyes le estarán dando la espalda al pueblo de Fuerteventura, que yo humildemente he encarnado tantos años».
González Arroyo cree injusto ostentar de facto el título sin disponer de las ventajas de las que sí gozan aquellos nobles que están reconocidos por genealogía. «Ahora que estoy jubilado e inhabilitado y pendiente de más juicios, tengo mucho tiempo libre para hacer el bien con mi marquesado, codearme con otros nobles y regodearme en los frutos de un largo trabajo de años; yo también quiero participar en mercadillos solidarios y en general hacer las mierdas que hacen los nobles que salen en el Hola!, donde Fuerteventura tiene derecho a estar representada», señala.