Acusada a menudo de estar desfasada con los tiempos que corren, la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, encargada de velar por la imagen sagrada, ha decidido dar un paso de gigante en su modernización y ha anunciado que por primera vez entrará una mujer en la Esclavitud. En concreto, se trata de Paquita García, que entra en la hermandad en calidad de limpiadora. Fuentes cercanas a la Junta de Gobierno aseguran que con esto se da un salto desde el siglo XVI a por lo menos el XIX, lo que representa el mayor esfuerzo en pos de la modernidad jamás hecho por la hermandad.
Esta misma fuente señala que «velar por la imagen del Cristo de La Laguna, por razones que no podemos explicar, requiere que esto siga siendo la fiesta de la salchicha; no sería correcto, por razones que no podemos explicar, dejar que mujeres cristianas que cumplen todos los requisitos que marcan nuestros estatutos tomen decisiones», y añade, con resignación, «simplemente no puede ser». Sin embargo, tras un importante debate en el seno de la Esclavitud, se ha decidido que es necesario incorporar la presencia femenina, y por eso «hemos recurrido a Paqui, curtida como cristiana y como limpiadora, para que nos venga dos veces por semana a dejarnos niquelado el local y nosotros poder seguir velando por el Santísimo Cristo de La Laguna sin preocupaciones mundanas».
Preguntados sobre si Paquita García será nombrada Esclava Honoraria, o al menos tendrá acceso a la figura del Cristo para su correspondiente limpieza, miembros de la Junta de Gobierno han negado categóricamente que cualquiera de esos dos escenarios sea posible. Sí han abierto la puerta a que Paquita extienda sus servicios al futuro velatorio que, en consonancia con el habitual espíritu festivo de la plaza del Cristo, la Esclavitud promueve en este enclave lagunero.
Un destacado periodista gastronómico muy vinculado a la Esclavitud ya prepara una contraportada glosando a Paquita, a la Esclavitud y a Carlos Alonso para este fin de semana.
