El aumento de las tarifas académicas del centro privado radicado en Tenerife ha generado una corriente negativa en el ámbito de su clientela, que ha visto cómo los costes de su formación se han elevado en un 60%. La necesidad de hacer negocio es la piedra angular de estas instituciones y se ha hecho patente con este acusado incremento. Con el fin de evitar una sangría de consumidores, la entidad ha lanzado un novedoso concepto formativo: titulaciones más baratas de menor recorrido y adaptadas a ciertos perfiles.
Puestos al habla con la sede de la universidad en La Orotava, desde allí nos explican que sus principales titulaciones serán divididas en porciones, como si fueran quesitos. “Algo como el Trivial Pursuit pero en la educación superior” -nos explica nuestro interlocutor, de manera que cada cliente, perdón, cada estudiante escogerá aquello que le interesa y pagará únicamente por lo que va a utilizar.
Preguntado acerca de la viabilidad de esta iniciativa, nuestro colocutor nos expone las razones que avalan este movimiento: “Siempre ha existido un punto de vanidad a la hora de tener una titulación superior. Cuando la universidad era cosa de gente rica existía una veneración que ahora solamente tienen los médicos y cada vez menos, con eso de que cualquier se autodiagnostica en Internet. Cuando los títulos universitarios se hicieron para todos lo que molaba era tener un máster, a ser posible de los que se vendían en inglés y en algunos casos un doctorado, aunque solamente fuera por presumir. ¿Cree usted que Federico Trillo o Pedro Sánchez lo hicieron por deseo genuino de estudiar? Ahora hay másteres para aburrir y el doctorado es demasiado exigente para poder enarbolarlo ante una sociedad para la que no significa nada. Nuestro producto es menos exigente, más barato y completamente adaptado al mercado.”
El público objetivo de esta nueva línea formativa empezará siendo la clase política y especialmente aquellos integrantes que se han visto obligados a corregir sus fichas en las páginas oficiales, una vez descubierto que no tenían las titulaciones que decían tener. “Con esto” -dice nuestro informante- “podrán afirmar que han hecho estudios sin jugar con la ambigüedad de que hacerlos puede interpretarse como la tenencia del título.”
La UEC extenderá esta oferta a una escuela de idiomas, teniendo como destinatario principal al mismo colectivo de representantes políticos. “Así podremos ayudar a dirigentes como Yolanda Díaz, que cuando se pone plurinacional intenta hablar en algo que pugna por ser gallego y parece la reencarnación de Fraga”.