Las ruinas del mamotreto de Las Teresitas son uno de los lugares más mágicos de Canarias, donde leyendas espeluznantes sitúan aullidos y lamentos desgarradores. Esta noche, durante Halloween, quizás algunas de ellas resurjan y dejen los pelos de punta a quienes allí se congreguen. En El Baifo Ilustrado recopilamos algunas de las historias más escalofriantes.
El Zerolo de la curva
Cuentan que, poco antes de la Dársena Pesquera, un hombre pálido con gesto desdeñoso, que lleva un billete de lotería en la mano, hace autoestop y pide que le acerquen a Las Teresitas. Cuando el vehículo está girando a la altura del castillo de San Andrés para acercarte a la rotonda, el hombre, que se ha mantenido en silencio, dice sus únicas palabras: «En esa curva perdí yo la Alcaldía». Cuando el asustado conductor vuelve la vista al asiento trasero, el misterioso hombre ya no está.
Los lamentos del mamotreto
Unos jóvenes osados, que se atrevieron a acampar una noche entre los restos del mamotreto, aseguran haber escuchado voces de dos hombres como de avanzada edad, llorando y lamentándose: «Inversioooones Las Teresiiiiitas… íbamos a ganar milloooones». Esto podría ser debido al hecho de que el mamotreto se construyó sobre un cementerio indio que estaba en zona de servidumbre y que, por tanto, también era ilegal.
Las alucinaciones de la playa
Muchas personas confiesan sentir temblores o inexplicables corrientes de frío al pasar por las ruinas del mamotreto. En algunos casos extremos, quienes se adentran en este paraje y pasan en él demasiado tiempo han vivido experiencias más terroríficas. Existe un caso documentado: una mujer de mediana edad que cayó desmayada y aseguró haber tenido visiones de una playa de Las Teresitas con un paseo nuevo, mejores aparcamientos, elegantes kioskos abiertos con terrazas, y baños amplios y limpios. Nos dan escalofríos sólo de pensarlo.