Las recientes declaraciones realizadas por parte del Ministro de Universidades, Manuel Castells, en torno a los exámenes online y la posibilidad de copiarse han generado un torrente de reacciones, provenientes de todos los sectores sociales relacionadas con la educación. Sin embargo, algunas de las más sorprendentes han llegado desde el sector profesional de la pedagogía, como veremos con el botón de muestra que traemos hoy aquí.
El ministro comentó que “si se copiaba bien” el alumnado probaba su inteligencia. Las declaraciones surgieron en el marco de los apresurados cambios operados en la universidad española, en la que la actividad ha tenido que pasar del carácter presencial al virtual, por obra y gracia del coronavirus. El temor del profesorado hacia la copia y la suplantación de identidad contrasta con los miedos del estudiantado en torno a pruebas imposibles de superar. Las críticas más duras han venido desde el sector pedagogo, que ha criticado la tibieza de Castells.
Deseosos de entender la causa de esta crítica, hablamos una vez más con nuestro pedagogo de cabecera, el palmero Silvano Pérez. Este nos explica las razones de sus críticas: “¿Qué es eso de copiar bien? ¿Qué es eso de copiar inteligentemente y con comprensión? ¡El hecho de copiar ya es un signo de inteligencia! Es la demostración de que el alumno, perdón @l alumn@ ha adquirido la competencia que le permite saber hacer lo que tiene que hacer para una dosificación adecuada del tiempo: poner unas palabras en un motor de búsqueda y trincar algo de los tres primeros resultados ya es, en sí mismo, una prueba de aptitud y de actitud.”
Cuando le comentamos que, quizá, algunas personas podrían considerar que copiarse está un poco feo, don Silvano contesta con su contundencia habitual: “Mire, señor Gunnarson: la prueba de la utilidad es la prueba del éxito. Copiando, copiando, se puede llegar muy lejos. Mire usted a aquel catedrático de La Laguna ¿cómo se llamaba? ¡Ah, sí! Juan Romero. Llegó a lo más alto y solo las envidias dentro de su propio partido le obligaron a abandonar la campaña de López Aguilar. La crítica de la copia viene por parte de gentes que emplean unas didácticas vetustas y desfasadas, basadas en el conocimiento.”
Cuando le preguntamos a don Silvano por el problema de los derechos de autor del material copiado, la conexión se perdió misteriosamente, no pudiendo ser recuperada al momento del cierre de esta edición.