«¿Saben cuántas gestiones hace este presidente de Cabildo para atender a los ciudadanos gomeros que el turno no les llega en el hospital de referencia? Así, así [gesto de cantidad uniendo los dedos con la palma hacia arriba]». En esos desacomplejados términos se expresaba el presidente del Cabildo gomero y diputado, Casimiro Curbelo, en el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad que el Parlamento de Canarias celebró la semana pasada. Estas sorprendentes revelaciones han dado al consejero de Sanidad una idea para mejorar de una vez por todas la gestión de las listas de espera, y de paso dar un golpe de efecto que minimice el daño que el «caso Mediador» está haciendo al Gobierno: dar a Curbelo plenos poderes para organizar y manejar las listas.
Blas Trujillo se asombra de «haber tenido ahí la solución todo este tiempo y no haberlo sabido ver». Según explica, «con Casimiro dedicando parte de su tiempo a hacer algunas llamadas podemos darle un impulso a las listas de espera, agilizar aquí y allá, reorganizar pruebas diagnósticas y cirugías, doblar turnos y, en general, dar al ciudadano el mejor servicio gracias a la influencia y respeto que don Casimiro genera por donde va». El consejero entiende que «nadie en el Servicio Canario de Salud se va a atrever a enemistarse con Curbelo, lo cual nos viene de perlas para darle un meneo a las listas»; admite que «ya estábamos desesperados, lo habíamos intentando todo, incluso no hacer nada, y no funcionaba». La consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, mira de reojo la iniciativa porque, si bien a priori no es muy partidaria, no deja de reconocer que si funciona en Sanidad podría funcionar en Dependencia.
Desde el Servicio Canario de Salud se asume ya que la prioridad de los gomeros en lista de espera va a ser absoluta pero se entiende como un precio inevitable a pagar. Es probable, según fuentes de la Agrupación Socialista Gomera, que el resto de la lista se agilice al ritmo de las confluencias que el partido de Casimiro vaya logrando en las diferentes islas.
