Según ha trascendido del testimonio de varios altos funcionarios del Ministerio de Sanidad, con la llegada de la canaria Carolina Darias a esta cartera ministerial se está dando la insólita situación de que la nueva ministra dedica unas horas al día a pasar consulta en su despacho y a prescribir tratamientos que no tienen ningún valor legal al no ser Darias profesional sanitaria ni estar colegiada. Diversos técnicos han tenido que advertir a la ministra de que su actitud no es razonable, a lo que ella, siempre según estas mismas fuentes, habría replicado con un «cómo no voy a poder si soy ministra de Sanidad; antes cuando era de Política Territorial claro que no podía, pero ahora sí». Cuando hay sospechas de Covid, la ministra, en un acto de responsabilidad, atiende por teléfono y deriva a los centros de salud más cercanos.
Los funcionarios del Ministerio han optado por una estrategia de reducción de daños, y gracias a un cuadrante, van rotando para presentarse por las mañanas en el despacho de la ministra fingiendo diferentes dolencias. «Normalmente receta ibuprofeno o paracetamol», explica un funcionario con treinta años de antigüedad, «aunque otras veces nos hace un volante para que vayamos a ver al especialista en el Ministerio de Fomento o en el de Agricultura para que nos haga pruebas o nos recete medicamentos naturales». El problema se ha presentado hace pocos días, cuando Darias incorporó a su equipo al también canario Francisco Hernández Spínola en calidad de enfermero. «Nos toma la temperatura y la tensión todas las mañanas, aunque se nos están acabando las excusas para no someternos a análisis de sangre, no nos fiamos de cómo ese señor agarra la aguja, parece que la sangre le falta a él», añaden.
En la última reunión del Consejo Interterritorial de Salud, Darias también tuvo momento para recomendarle vitaminas al presidente gallego Núñez Feijóo, un chequeo exhaustivo al aragonés Lambán, colirio a la madrileña Díaz Ayuso y unas papas con carne al canario Ángel Víctor Torres, al que vio «robusto de salud aunque algo falto de descanso». Los técnicos del Ministerio aseguran que seguirán intentando que Carolina Darias deponga su actitud aunque lo ven difícil, ya que ella alega que «ninguna defensa de la Sanidad pública es tan potente como tener a la ministra del ramo expidiendo recetas».