Dieter Fragg, un alemán de mediana edad que pasaba unos días de descanso en Puerto de la Cruz, eligió la tarde-noche del pasado sábado para conocer la capital tinerfeña, coincidiendo con los actos programados con ocasión del Plenilunio. La intensa actividad en la calle, música, muestras culturales y gastronómicas, y en general, la cantidad de personas que se dieron cita en la ciudad, han hecho creer a Fragg que Santa Cruz de Tenerife es habitualmente así, y desde que volvió a su Stuttgart natal lo comenta con insistencia en sus redes sociales.
Esto ha encendido todas las alarmas en el seno del Ayuntamiento capitalino, desde donde se observa con preocupación la mala propaganda que Fragg hace a la ciudad desde su ingenuidad y su desconocimiento. En la Sociedad de Desarrollo ya se ultima una campaña de choque en redes para contrarrestar los mensajes desplegados por el turista alemán: «no podemos crear esas expectativas entre los visitantes, entre otras cosas porque nos obligaría a organizar plenilunios y tenderetes similares, ¿cada cuánto? ¿Uno al mes? ¿Uno cada tres meses? ¿Nos hemos vuelto locos o qué?», señalan con intensa zozobra desde la Gerencia.
De igual forma, el equipo de gobierno de CC, PP y Evelyn Alonso entiende que «las fotos, stories, vídeos y toda la mandanga que Dieter está subiendo a sus redes todos los días desprestigia la fama que durante años ha cultivado Santa Cruz con paciencia y apatía, por no decir que desmerece el único momento divertido del año, que es el Carnaval». Según fuentes cercanas, algunos miembros del grupo de gobierno se sienten «atacados hasta personalmente».
Por su parte, Dieter Fragg ha respondido al correo enviado por este medio con un escueto pero meritorio «Santa Cruz mucho divertido, yo vuelvo en pronto allí».
Mi no me expresa bien porque soy guiri, pero recuerdo otra historia bonita de un inmigrante de color (negro) que arribó en patera a Teneriffa hace más de 25 años. El inmigrante de color (negro) había visto coso bonito del carnaval de ATI por canal satélite de TVE, cuando Zerolo aún era arcarde. Inmigrante de color (negro) contó a mí cómo el pensó que en Teneriffa las mujeres iban por la calle medio desnudas y cantando porque los hombres poco masculinos eran, vestían con volantitos y hacían el gay por la vía pública. El inmigrante de color (negro) se llevó chasco como compatriota mio Dieter Fragg. Ahora el que hace el gay disfrazado en carrnaval es Bermúdez. Pero muy bonita epoca aquello. Con Franco vivían ustedes mejor.