Una profesora de la ULL descubre que los números 1 y 7 no son primos sino hermanos

El último Congreso Canario Bimensual de Ciencias Exactas, celebrado esta semana en Arrecife de Lanzarote, ha causado un gran revuelo en la amplia comunidad científica de las islas, y todo por una ponencia defendida por la profesora de la ULL, Ana Luisa Lerosa, una eminencia regional en cuanto a números complejos, reconocida por la revista Forbes como la tresmillonésima septingentésima cuadragésima tercera mujer mas influyente del mundo (puesto 3.000.743 de la lista), y que tras 5 años de investigación ha llegado a la conclusión de que los números 1 y 7 en realidad no son primos, sino hermanos.

Imagen del último Congreso, donde se invitó a una nutrida representación de matemáticos del África occidental.
Imagen del último Congreso, donde se invitó a una nutrida representación de matemáticos del África occidental

El revuelo causado, comparable solo a la batalla campal que se produjo en el aula magna de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuando en 1987 se enfrentaron partidarios de la constante matemática π (Pi) y detractores de este número que proclamaban que se debía excluir de toda referencia por ser un número irracional, y que como tristemente se recuerda en las instituciones educativas canarias, supuso un escándalo internacional que desembocó en la intervención de las autoridades para rebajar el nivel de conocimientos matemáticos que se impartían en todos los ciclos educativos de las islas, una política que se mantiene hasta nuestros días y que con el paso de los años  ha vaciado de miembros  las numerosas sociedades y foros matemáticos que existían en los municipios canarios y ha llevado a esta región hasta los últimos puestos de la lista estatal en cuanto a habilidades matemáticas de los alumnos.

Para Ana Luisa Lerosa, que como ella misma confiesa comenzó a interesarse por la relación existente entre el número 1 y el 7 desde muy temprana edad, la investigación llevada a cabo no deja lugar a las dudas.

«No hablamos solo del evidente parecido físico entre ambos, que en el caso de estos números es especialmente notorio para el ojo experto», señalaba la propia Ana Luisa, «sino de la existencia de numerosas pruebas y evidencias que he podido recabar gracias a las posibilidades que ofrece el nuevo super computador que el Cabildo de Tenerife a puesto a disposición de los investigadores canarios, y que gracias a su conexión de triple fibra óptica me ha permitido acceder a la información de internet en apenas unos microsegundos».

Tras su conferencia, una parte del nutrido aforo comenzó a lanzar insultos y a calificar su teoría como sensacionalista y morbosa, mas propia de panfletos como el Math&Fun (diario matemático londinense famoso por su amarillismo científico) que de un congreso serio, riguroso y respetado como es la reunión bimensual que organiza la Sociedad de Amigos de los Números.

Desde la Consejería de Educación se ve el tema con preocupación, y ya se han activado los protocolos diseñados tras el escándalo de 1987 con vistas a calmar los ánimos y rebajar el nivel de tensión que se palpa en la calle entre partidarios y detractores de Ana Luisa.

 

 

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