La sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha abierto causa penal contra Alberto Rodríguez, diputado de Unidas Podemos por la provincia de Santa Cruz de Tenerife y secretario de Organización de la formación morada, por los presuntos delitos de atentado contra la autoridad y lesiones. Los hechos se remontan al año 2014, en el transcurso de una protesta en La Laguna por la visita del entonces ministro de Educación José Ignacio Wert. El asunto se tramitaba en los juzgados laguneros pero la condición de diputado, y por tanto aforado, de Rodríguez propició que diera el salto al Tribunal Supremo.
El conocido como «diputado de las rastas» ha asegurado sentirse muy tranquilo y atribuye esta apertura de causa penal «a una maniobra de las cloacas del Estado para tapar el fraude electoral de Felipe VI que acabamos de conocer y que está pasando desapercibido a pesar de su enorme gravedad; el líder de la oposición revela por accidente, por bocachancla, que el monarca se ha estado presentando a las elecciones periódicamente, sin que su nombre aparezca en las papeletas pero siendo siempre renovado para el puesto, y aquí estamos todos fingiendo que no ha pasado nada cuando es una de las estafas democráticas más graves de nuestra Historia». «Ahí están metidos desde Indra hasta los más altos poderes del Estado y sólo se les ha ocurrido usarme a mí para intentar disimular esta gigantesca engañifa», añade el diputado, quien admite cierta decepción con su propio partido, ya que, al estar ahora en el Gobierno, «cabía esperar que actuaran con más contundencia contra el fraude electoral monárquico». «Lo voy a decir en el Telegram de Podemos, no me voy a cortar», asevera Rodríguez.
Alberto Rodríguez adelanta que no piensa dimitir porque ni recuerda qué pasó aquel día en la manifestación en La Laguna, aunque sí se acuerda de haber ido a tomar unas garimbitas a la zona de La Concepción al finalizar «la manifa»; preguntado sobre los problemas de su compañera Victoria Rossell con la inspección de Trabajo y la Seguridad Social a cuenta de su empleada de hogar, Rodríguez se mostró tajante: «ah, no, en Podemos nuestro estándar ético es intachable, si la ha hecho que la pague, no podemos jugar con ventaja».