El Instituto Canario de Igualdad organiza para finales de este mes un taller de creación de canciones feministas dirigido a bandas de tamboras y batukadas con trayectoria en este ámbito, así como una charla performativa de empoderamiento expresivo feminista, ambos a cargo de Silvia Palumbo Jaime, cantautora, artista, formadora musical, y activista argentina. Desde la entidad son conscientes de que estas iniciativas, por sí solas, no bastan para cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres, pero confían en que dos o tres talleres más de batukada sea suficientes para alcanzar este objetivo.
La directora del ICI, Kika Fumero, señala que «aquí vamos a tope con lo performativo y si hay que empoderarse a través de la batuka, pues este organismo va a poner todos los medios para que así sea, porque si bien las batukadas feministas en Canarias hasta ahora han tenido un nivel muy alto, tal y como nos reconoció ONU Mujeres en su informe de 2019, tenemos margen para mejorar y aporrear el tambor por la igualdad con mejor y más ritmo». De igual forma, Fumero ha advertido que no le temblará el pulso si para lograr el fin de la desigualdad salarial, actualmente de en torno al 28%, tiene que poner en marcha «algún taller de biodanza o menstruación espiritual, porque este Gobierno tiene un compromiso con la igualdad para el que no se va a poner barreras».
Laura López, socióloga especializada en acciones de igualdad en la Administración, señala que «hasta ahora el ICI ha tenido iniciativas destacadas y notables, como mascarilla-19 para luchar contra la violencia machista durante el confinamiento, o su reciente campaña de concienciación sobre la trata y la explotación sexual de mujeres, pero a veces les sale el rejo del 15M y la pachamama, y el barco de las políticas de igualdad en las Islas corre el riesgo de escorarse hacia las aguas de la frivolidad». Según López, «estas cosas está bien que las organice una asociación, pero de la Administración no parece serio».
Por otra parte, la Plataforma Canaria «Por el amor de Dios Bendito, no más batukadas» también ha mostrado su decepción por ver cómo se promueve esta forma de tortura auditiva con dinero público.