Un equipo de especialistas en Oftalmología, en el que participa una investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha publicado, en fechas recientes, los resultados de un estudio sobre el daltonismo, los cuales han causado una mezcla de estupor en el seno de la comunidad científica. Según sus conclusiones, habría una conexión entre la militancia política y los problemas para distinguir ciertos colores.
El estudio es el resultado de una investigación realizada sobre una muestra de representantes políticos estatales y autonómicos con militancia en ciertos partidos de corte progresista y, según la misma, cuando el militante ocupa un puesto de cierta responsabilidad, la persona en cuestión tiende a confundir el color pardo con el rojo.
Nos ponemos al habla con Faina Acosta, investigadora de la ULPGC y participante en el proyecto, para que nos explique los resultados: “todo comenzó el pasado otoño, a principios de noviembre” –comienza- “empezamos a detectar que ciertas personas tenían dificultades en su visión, pues confundían tonalidades del color pardo con lo que, persistentemente, consideraban eran tonos más bien rojizos. En algunos casos, las personas afectadas manifestaron que el problema había empezado durante el verano anterior; en otros, indicaron que venía larvándose desde hacía tiempo, mas, en todos los casos, el trastorno se hizo patente en el tiempo indicado, al volverse más virulenta.”
Otro de los detalles que arroja el estudio es el hecho de que la gravedad del trastorno se hace más aguda cuanto más importante es el cargo ocupado por el paciente. La doctora Acosta nos explica este particular: “en un caso específico la incapacidad para identificar el pardo es total. Lo ven todo rojo y eso puede ser muy problemático en la vida cotidiana, al vivir en una constante confusión. El paciente, que ocupa un puesto de máxima responsabilidad en las instituciones del Estado, se niega a tomar en consideración su trastorno e insiste en no recibir ningún tipo de tratamiento. Ve todos los colores en rojo salvo, curiosamente, el azul, el naranja y especialmente, el verde, a los que identifica como tonalidades de pardo” -explicó, para luego aclarar que, en estos casos, tampoco se percibe un rojo especialmente intenso, sino, más bien, una versión desvaída y sin luminosidad de dicho color.
Los resultados de la investigación se publicarán en un artículo en la prestigiosa Revue des Lunettes de Cul de Verre sobre trastornos visuales.