Como parte de una campaña que apela a la emotividad y a la omnipresencia, el candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha anunciado una innovadora acción de campaña consistente en abrazar, uno por uno, a todos los tinerfeños desde mañana 1 de mayo hasta el mismo día de las elecciones, aprovechando la jornada de reflexión para abrazar a sus familiares y evitar así posibles sanciones de la Junta Electoral.
Alonso, que también susurrará cosas bonitas y palabras de ánimo a los tinerfeños que estén de bajona, ha explicado que «querer a Tenerife es querer a sus gentes, y el amor de un presidente se demuestra en gestos, no en palabras; por eso me propongo llevar un poquito de mi amor presidencial a cada tinerfeño, que sepan que si me eligen tienen en mí a una persona que les quiere aunque no les conozca y que les abrazará aunque huelan raruno». Diversos analistas consideran que con esta acción, Alonso intenta alejarse de la imagen fría que tiene entre una buena parte de la sociedad tinerfeña, presentándose como una persona cercana y toda ternura, lo que explicaría también el tono de su campaña, que según la empresa de consultoría electoral Feluco & Asociados, alcanza un siete sobre diez en la escala Osos Amorosos de ternura electoral.
Carlos Alonso no estará solo en este empeño, y ya que el frenético ritmo de abrazos que deberá afrontar en las próximas semanas puede llevarle a un serio desgaste físico y emocional, contará con el apoyo de algunos miembros de su lista, como Efraín Medina, que se encargará de placar a quienes intenten huir de los brazos de Alonso.