El inicio de los trabajos para urbanizar la zona del Puertito de Adeje, uno de los últimos espacios costeros sin masificar en el sur de Tenerife, ha puesto una vez más en guardia a la sociedad civil tinerfeña y, en especial a los colectivos ecologistas. Desde el Cabildo de la Isla, se reconoce ahora que existía la confianza de que nadie advirtiera la transformación del espacio «porque es un fisquito de costa y al final va a quedar como el resto de la costa de Adeje, no se va a notar diferencia».
Fuentes de la Presidencia insular señalan que «al acto de inicio de las obras mandamos a la vicepresidenta pero no porque no queramos que Pedro Martín asocie su imagen a una obra que es la enésima expresión de nuestra apuesta por un turismo masificado y salvaje, sino porque a lo mejor ese día tenía otra cosa, una entrega de premios a los mejores rosquetes o cualquier cosa, un presidente de Cabildo siempre tiene la agenda a reventar». Desde el área de Medio Ambiente no han querido hacer declaraciones sobre el impacto ambiental del complejo «Cuna del Alma» en una zona especialmente sensible tanto por su cercanía al Espacio Natural Protegido de la Caleta de Adeje, como por albergar tortugas marinas y varias especies de avifauna que anidan y crían en esta área. No obstante, han preguntado en nombre de la consejera qué es Adeje, dónde está y qué es avifauna, datos que esperan recolectar antes de pronunciarse públicamente.
Por su parte, el Gobierno de Canarias parece ajeno a la construcción del complejo y al malestar social que está generando en la Isla. El presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, ha manifestado su disposición a visitar Adeje algún día, pero sin cuestionar las decisiones del alcalde, el socialista José Miguel Rodríguez Fraga (que preside la Corporación local desde 1987), «que luego todo son jaleos en las Ejecutivas regionales; si le ha ido bien así en Adeje durante 35 años, mejor dejarlo tranquilito», señalan desde el PSOE, quienes añaden con optimismo que «además son puestos de trabajo para nuestra gente, calculen cuántos camareros y camareras de piso hacen falta para atender tremendo complejo, y todos indefinidos gracias a nuestra reforma laboral».
Los expertos pronostican que, de continuar el actual ritmo de construcción en el litoral, toda la costa de Tenerife, incluidos los puertos, será un único complejo hotelero en 2045.