Polémica con el jurado en la final de murgas de Santa Cruz de Tenerife celebrado anoche en el Recinto Ferial capitalino. La baja de última hora de uno de sus miembros obligó a designar a toda prisa al artista multidisciplinar Jean Luca Peeno-Noir para ocupar la plaza. Peeno-Noir (nombre artístico del icodense Juan Lucas Padrón), que se dedica a la fotografía, la performance positivista y el teatro conceptual, fue expulsado en pleno concurso por pedir a la organización que le facilitara una traducción simultánea, alegando no entender una palabra de lo que cantaban las murgas y tras intentar lograrlo, sin éxito, con el Google Translate. El artista fue expulsado personalmente por el periodista Humberto Gonar, que cubre la información del Carnaval para el periódico El Día, según podemos ver en esta dramatización.
Peeno-Noir, visiblemente indignado y aún recuperándose del susto, relata a El Baifo Ilustrado que «ser jurado del Carnaval de Santa Cruz, aunque fuera en estas circunstancias, me hizo una ilusión terrible, como artista y como persona, dado que yo nunca había estado en la esfera del Carnaval y ni siquiera sabía lo que era una murga». Una vez llegó al Recinto y comenzó el concurso «comencé a agobiarme, porque era consciente de que tenía que valorar la calidad de las letras pero no entendía una palabra, sólo percibía que toda esa gente estaba muy enfadada pero no atinaba a comprender por qué».
Cuando solicitó a la organización de Fiestas que le facilitaran una traducción simultánea, cundió el desconcierto y la indignación, y el Organismo Autónomo tomó la decisión, tal vez precipitada, de expulsarle del Recinto. En una nota enviada de madrugada a los medios, Fiestas justifica su decisión alegando el «desprestigio potencial de un recital vocal tan exquisito como la final de murgas». Peeno-Noir argumenta que nunca tuvo intención de descalificar a las murgas, y ya prepara un musical autobiográfico par narrar esta experiencia.
Por otra parte, la Televisión Canaria ha informado de que el servicio de subtitulado en la final de murgas para personas sin problemas auditivos registra un gran éxito. Este dato cobra especial relevancia a la vista de las declaraciones de una antigua intérprete de lengua de signos, que trabajó en la final de murgas en los años 2011 y 2012, y que ha confesado inventarse las letras sobre la marcha. Su desgarrador testimonio ha sido corroborado y apoyado por Graciano Peláez, un sordo que recuperó la audición gracias a un implante y que, tras años de seguir a las murgas a través de los intérpretes de lenguaje de signos, comprobó que las letras que se inventaban estos intérpretes eran un rato mejores que lo que en realidad suena en el concurso.