Después de la obligada y dolorosa suspensión de 2020, las festividades de la Bajada de la Virgen de las Nieves están de vuelta en La Palma y lo hacen en loor de emotividades y sentimientos a flor de piel. Entre las novedades presentadas está el estreno de un nuevo carro alegórico y triunfal, el primero desde 1995. Según sus responsables, con esta nueva obra se quiere apostar por su contemporaneidad y atraer a la juventud. Sin embargo, ha trascendido hasta este medio que había otra propuesta más arriesgada y rompedora que la organización descartó. Un carro inclusivo, vinculado a la Agenda 2030 y totalmente diverso: Le Carre.
La obra, realizada por el diseñador puntagordero-zamorano Manny Trini y el artista multidisciplinar gomero Leo Llorera, presentaba un carro laico en el que varios personajes -Calderero, Sastre, Soldado y Espía- hablaban sobre los ODS y proponían su imposición urbi et orbi -única concesión de la obra a la condición religiosa de los carros-. “Les ha faltado valor” -declaró Manny Trini- “pero claro, con un alcalde pepero qué se puede esperar”. Por su parte, Llorera manifestó su desazón por el hecho de que su obra también fuera ignorada en La Palma, después de tantos años sufriendo el silencio como respuesta de parte del gobierno insular gomero.
Desde la organización de la Bajada se ha indicado que las razones del descarte de esta propuesta han sido de índole puramente artística: “Un carro alegórico incorpora voz y música” -recordó un representante del consistorio capitalino palmero- “y la obra de los señores Trini y Llorera se representa totalmente con mímica. Eso es ya de por sí un problema serio, pero si estamos intentando atraer a la juventud a las fiestas lustrales, lo último que vamos a meter es a unos mimos” -concluyó mientras recordaba la máxima del pensador Gordon Samway según la cual las naciones del mundo tenían que unirse en el odio a los mimos.