La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria está decidida a subir en los rankings por la vía rápida, y tras eliminar la obligación de acreditar un nivel mínimo B1 de inglés para obtener la titulación, ahora ha anunciado que los alumnos tampoco tendrán que demostrar que saben escribir bien su propio nombre para lograr el ansiado grado universitario. Desde el Rectorado justifican la medida alegando que ya está entrando en la Universidad la generación de jóvenes canarios con nombres extranjeros o fuera de la común.
«Tenemos un tapón de alumnos a los que les cuesta escribir bien su propio nombre, no digamos ya otras palabras, y que por eso no pueden acceder a la titulación que necesitan, y esta Universidad va a poner todas las facilidades que necesiten para que salgan al mercado laboral con el título», aseguran fuentes próximas al Rector. Preguntadas por la ortografía, estas mismas fuentes señalan que «hace siglos que no nos fijamos en eso, ¿usted sabe cómo salen del Bachillerato?».
Representantes del alumnado han celebrado la medida como «un verdadero triunfo» y han asegurado que no se detendrán aquí y que su próximo objetivo es eliminar la obligación de aprobar las asignaturas. Según explican «aprobar no es sinónimo de aprender, que lo dicen los de Pedagogía, y agarrados a eso iremos para que se supriman los exámenes y los trabajos y que el mero hecho de empaparnos durante cuatro años del ambiente universitario y del saber que se respira sea suficiente para obtener la titulación».
Los expertos calculan que, de seguir esta progresión, la ULPGC será una sucursal de Pepe Chiringo en 2030.
No es eso Maruca niña, es que se están poniendo a la misma altura que la ULL. Oh, fíjese usté que hay grados que eso del inglés no lo conocen ni los profesores.