Loro Parque, un espacio señero del turismo isleño y punto de referencia de Puerto de la Cruz, atraviesa un momento de tensiones laborales, tras anunciar la sección alada del comité de empresa el inicio de una huelga indefinida por parte de los papagayos, hartos de unas condiciones laborales que se deterioran y de un convenio que no se actualiza desde 1998. Esto significa que el célebre Loro Show se suspende hasta nuevo aviso y los papagayos que están en exhibición gritarán a los visitantes como parte de su estrategia de presión a la directiva de la empresa.
Si bien podría pensarse que los papagayos no lograrán prolongar la huelga de forma indefinida, distintas fuentes sindicales apuntan a que el resto de la sección alada, principalmente loros, guacamayos y otras especies de aves, podrían secundarlas, pues existe aún un fuerte resentimiento tras la puesta en marcha de la atracción «Katandra Treetops» (un aviario de vuelo libre), en la que las aves fueron informadas de que podrían volar en libertad para luego toparse con una malla metálica de la que nadie les había puesto al tanto previamente.
Intersindical Canaria, representante mayoritaria de loros, guacamayos y papagayos, asegura a través del periquito que preside el comité de empresa que «el resto de animales querría sumarse pero existe mucho miedo y un clima de tensión laboral que pocos conocen, con sueldos muy por debajo de la media de otros zoos europeos y jornadas extenuantes; eso por no hablar de un convenio más que caducado, que no se renueva desde 1998 y un material de trabajo obsoleto, ¿sabe desde cuándo no nos cambian las bicicletas en miniatura del show? Piense simplemente que una de ellas fue un obsequio de un loro que tuvo Federico Bahamontes». No obstante, han encontrado la solidaridad de los delfines, que dos veces al día se harán los muertos en sus tanques a modo de apoyo, y de los pingüinos, quien optan por la resistencia pasiva y prefieren permanecer muy quietos en su pingüinario, sin tirarse graciosamente al agua como tienen por costumbre. Por su parte, al cierre de esta edición los gorilas aún no habían alcanzado un acuerdo sobre si lanzar sus heces al público entre las 13:00 y las 13:30 también como muestra de respaldo.
La dirección ha preferido no hacer declaraciones.