El empresario grancanario Miguel Ángel Ramírez, dueño del Grupo Ralons y Seguridad Integral Canaria, entre otras compañías, y presidente además de la Unión Deportiva Las Palmas, no es de los que pierdan el tiempo, porque ya se sabe que tiempo es dinero. Por eso, durante la celebración de la cena de Navidad de su grupo empresarial, ha logrado la adjudicación, en tiempo récord, de tres contratos más de vigilancia de edificios e infraestructuras públicas. El propio Ramírez lo ha calificado como una verdadera «hartanga de la adjudicación».
El metro de Zaragoza, que aún no se ha construido, el aeropuerto de Ciudad Real, que está cerrado y la tumba de Felipe II en El Escorial son los tres contratos que, por módicos importes, han ido a parar a Seguridad Integral Canaria, que ya cuenta con una amplia experiencia tanto en la prestación de este tipo de servicios como en ser agraciado por adjudicaciones diversas.
Los trabajadores recibieron la noticia con alegría, y de hecho varios de ellos fueron enviados a sus lugares de destino directamente desde la cena de empresa. Ahora se inicia un proceso de selección de personal; mientras dure, no se descarta que varios jugadores de la Unión Deportiva deban asumir funciones de vigilancia.